No se conocía que ninguno de los dos tuviera ninguna enfermedad terminal, por lo que los vecinos han acogido también con sorpresa estos fallecimientos
Según ABC, los cadáveres de una mujer de 66 años y el de su hijo de 40, aislado tras haber dado positivo en covid-19, fueron hallados este pasado martes sin signos de violencia y en un lapso de tiempo de apenas media hora en dos viviendas de Íllora, en el Poniente de Granada, cuyos vecinos han recibido con consternación la noticia, al ser una familia muy conocida en el municipio.
Según han informado a Europa Press desde la Guardia Civil, que halló los cadáveres tras el aviso de otro hijo de la fallecida, el resultado de la autopsia de los dos cuerpos por el Instituto de Medicina Legal será determinante para que la autoridad judicial, a la que el instituto armado ha puesto en conocimiento del suceso, ordene que se investiguen los pormenores de los decesos, de los que ha informado este martes el diario ‘Ideal’.
an descartado que murieran por coronavirus, ni tampoco el mismo día. Los trabajos del Instituto de Medicina Legal de Granada confirman, por otro lado, la ausencia de signos de violencia en los cuerpos, que fueron descubiertos en un lapso de tiempo de apenas media hora en dos viviendas de este municipio del Poniente de Granada.
Fuentes cercanas al caso han indicado a Europa Press que las autopsias apuntan a que la señora llevaba fallecida al menos una semana, mientras que el hijo en torno a entre 24 y 48 horas.
Una vez practicadas las autopsias, los entierros se celebran este miércoles en Íllora tras una misa en la parroquia de la Encarnación del municipio, donde los vecinos han recibido con consternación y sorpresa la noticia.
Según han informado a Europa Press desde la Guardia Civil, que halló los cadáveres en la madrugada de este pasado martes tras el aviso de otro hijo de la fallecida, el resultado de la autopsia de los dos cuerpos por el Instituto de Medicina Legal es determinante para que la autoridad judicial, a la que el instituto armado ha puesto en conocimiento del suceso, ordene o no que se investiguen los pormenores de los decesos, entre los que, a la espera de los resultados de unas pruebas toxicológicas, sigue sin haber pruebas concluyentes que los relacionen.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha lamentado este miércoles la “fatídica casualidad” que ha llevado a la muerte de una madre de 66 años y su hijo de 40 en Íllora.
Gracias a la autopsia, han descartado que murieran por coronavirus, ni tampoco el mismo día. Los trabajos del Instituto de Medicina Legal de Granada confirman, por otro lado, la ausencia de signos de violencia en los cuerpos, que fueron descubiertos en un lapso de tiempo de apenas media hora en dos viviendas de este municipio del Poniente de Granada.
Fuentes cercanas al caso han indicado a Europa Press que las autopsias apuntan a que la señora llevaba fallecida al menos una semana, mientras que el hijo en torno a entre 24 y 48 horas.
A preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en Sevilla, Fernández ha lamentado esta situación “curiosa” y ha dicho estar a la espera de poder contar con todos los datos que han rodeado a este suceso y de la “investigación que pueda haber”.
No se conocía que ninguno de los dos tuviera ninguna enfermedad terminal, por lo que los vecinos han acogido también con sorpresa estos fallecimientos.
El alcalde de Íllora, Antonio Salazar, ha indicado a Europa Press que ha trasladado su pésame y el de la corporación local a la familia más cercana por estas pérdidas. Se los va a «echar de menos», ha agregado el regidor, quien ha hecho hincapié en la actitud participativa en las actividades del pueblo del hijo fallecido.
Otro hijo de la mujer fallecida daba aviso a las autoridades tras extrañar a los vecinos que permaneciera encendida la luz de su vivienda en los últimos días. Tampoco se sabía nada de su hermano, y al buscarlo los agentes en la vivienda en que se había aislado tras dar positivo en covid-19, también lo encontraron fallecido.
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