MISTERIO

Fenómenos paranormales en la vieja ‘Cruz Roja’

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SEVILLA 23.2.2020 / Jose Manuel García Bautista

Casi se podía cortar el ambiente, insoportable para muchos se convierte a veces lo que es una jornada de trabajo en tan emblemático lugar de Triana y que atiende al nombre de Hospital Infanta Luisa, anteriormente Cruz Roja de Triana.

Guardados los sucesos que tienen lugar en su interior como uno de los secretos mejor atesorados de esta fenomenología en Sevilla, el hospital Infanta Luisa no es ajeno a otras realidades y, a lo largo de los años, ha dejado buenas muestras y experiencias muy fuertes en aquellos que han podido vivir lo imposible en su interior.

El centro hospitalario pasa por ser uno de los de mayor calado e importancia en esta zona de Sevilla, en el popular barrio de Triana al final de la calle San Jacinto.

Anteriormente era la Cruz Roja, inicialmente un dispensario a comienzos del siglo XX hasta ser adquirido, en 1988, por la Clínica Esperanza de Triana SA (CETSA).

En 2011 se comienza una amplia tarea de remodelación que lo dotan de su actual aspecto con el evocador recuerdo de mantener al frente de la enfermería a la Comunidad religiosa “Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl”.

Pero la actividad extraña en sus pasillos y habitaciones se remontan al año 2007 cuando comienzan a sucederse hechos que pueden ser tildados de inexplicables. Las primeras experiencias las tienen los vigilantes del centro, la seguridad interna –que ya no prestan su servicio en el recinto-, y que tuvieron diferentes encuentros con lo que ellos tildan de una “enfermera fantasma”.

La singular presencia ha sido visto por los pasillos del hospital pero no parece corresponder con nadie conocido de la plantilla del centro médico.

“En ocasiones no han dicho pacientes que una enfermera ha estado en su habitación y les ha cambiado la almohada o revisado la medicación. La enfermera de guardia le dice que es imposible ya que ella se encarga de esa labor y nadie más lo ha podido hacer; entonces le dice que le describa a esa enfermera y nadie parece conocerla ni ser alguien del centro. Son varios pacientes los que han tenido este encuentro”.

Otras zonas, de uso exclusivo del personal presenta un extraño patrón de sucesos: puertas que se abren solas pese a estar cerradas bajo llaves, luces que parpadean o se encienden solas…

“En una ocasión iba haciendo una ronda cuando tras de mi comenzaron a encenderse las luces, allí es imposible pues son pulsadores y no detectores de presencia, era como si unas manos invisibles las pulsaran”, decía nuestro testigo y extrabajador del centro.

Personal sanitario también definen la presencia de una extraña sombra por la zona utilizada para las resonancias, incluso pacientes. En una reciente ruta del misterio por el barrio de Triana una paciente me decía aterrada aún:

“A mí me cuesta mucho trabajo contar estas cosas yo no estoy local ni mucho menos. Me tenían que hacer una resonancia, un TAC de esos de hoy, y me metieron en una cosa que era como un “sándwich”, muy agobiante, menos mal que no tengo claustrofobia…

Entonces la enfermera me dijo que me ponía un pulsador en la mano por si no lo soportaba que pulsara y ella acudía. Bueno, llevaba allí ya 10 minutos o más y se me cayó de la mano. Entonces miré de reojo al lado y vi como la puerta se abría, entró algo raro, era como una sombra extraña, y me colocó en la mano aquel pulsador, me dejó helada”.

La testigo proseguía: “cuando entró la enfermera le dije lo que me había sucedido y me dijo “es que aquí, en esta planta, hay un fantasma”, y me dejó muy nerviosa”.

Otros fenómenos son extraños descensos de temperatura justo antes de uno de estos episodios o escuchar voces que surgen de ningún lado, nuestro testigo nos decía:

“Una madrugada, a eso de las seis o seis y media, vi por el monitor un sombra negra en el pasillo de la primera planta, fui a ver y cuando llegué allí no había nadie, al darme la vuelta bajó la temperatura y la luz parpadeó y una voz, casi a mi oído, me dijo “no me busques”, me dio mucho miedo y acabé en la puerta esperando estar allí más tranquilo”.

No son los únicos testimonios, hay muchos más en un lugar marcado por el dolor e impregnado por tantas tragedias personales que, a lo largo de su historia, ha visto pasar por sus habitaciones. El vestigio del pasado siempre se manifiesta en el presente.

TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE: El misterio de Rose Hall 

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