CÓRDOBA, 26 de Julio. (EUROPA PRESS)
La deshidratación puede afectar en verano al 30 por ciento de las personas mayores.
Es importante vigilar que beban agua con frecuencia, así como los niños, deportistas y madres lactantes, aunque no tengan sensación de sed.
Así lo ha indicado Lourdes de la Bastida, nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Según ha indicado la institución sanitaria, el agua tiene un “papel fundamental” en el organismo, pues estar bien hidratado ayuda a regular la temperatura corporal y también a encontrarse menos cansados.
La deshidratación puede provocar complicaciones como pérdida de apetito, deterioro del rendimiento físico, náuseas, mareos, dificultad para concentrarse y difícil respiración con el ejercicio, entre otras.
La principal fuente de hidratación debe ser el agua, según Lourdes de la Bastida, “aunque las infusiones, el café, granizados, gelatinas o platos como el gazpacho, también pueden ser útiles para hidratarse durante el verano”.
Al consumir frutas y verduras durante el día también estamos aportando gran cantidad de agua, además de otros nutrientes que favorecen una correcta hidratación.
Recomienda la ingesta de calabacín, berenjena, tomate, melocotón, sandía y melón.
Además, el consumo de aguas gelificadas con sabores puede ser de utilidad para personas que tengan dificultad al tragar o en personas mayores.
En el caso de las personas que practican deporte en verano, es importante que lleven agua siempre consigo.
Si el ejercicio se va a prolongar durante más de una hora, es recomendable consumir alguna bebida isotónica para reducir el riesgo de deshidratación.
