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Exorcismo: cuando el demonio posee

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SEVILLA 5.12.2019 / Jose Manuel García Bautista

Un exorcismo es la acción por la cual una fuerza maligna es expulsada del cuerpo de una persona que ha sido espiritualmente poseída.

El ritual del exorcismo sería una acción sobrenatural, inspirada por Dios, en el cual el ente es “sacado” del poseso.

La posesión pero ser sobre una persona, animal o un objeto, por lo cual es ritual del exorcismo puede realizarse sobre todos ellos.

Siempre el ritual debe hacerse siguiendo el Ritual religioso aprobado para tal efecto y realizado por la persona designada para ello, no es válida cualquier persona, sólo la señalada por la autoridad religiosa.

Dado que las posesiones pueden ser total (el ente toma control de las funciones del poseído, puede moverse, hablar, etc., a través de la víctima) o parciales (en la que el ente utiliza al poseído para alguna actividad concreta) el exorcismo puede ser total o parcial.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice al respecto:

“Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo.

El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un obispo o un sacerdote con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia.

El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. (…) Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad. (cf. CIC can. 1172)”.

El exorcismo ha sido muy popularizado a raíz de hoyas cinematográficas como “El Exorcista” de William Friedkin basada en la novela de William Peter Blatty, cuya raíz es un hecho real.

Los signos de posesión son:

-Don de lenguas: hablar lenguas desconocidas o entenderlas.
-Materializar objetos distantes o escondidas.
-Fuerza anormal.

Para la práctica del exorcismo es necesaria:

1º.-Hay que ser sacerdote oficial de la Iglesia Católica Romana.
2º.-Tener cursado el título oficial de exorcismo (el único título oficial se imparte en Roma-Vaticano).
3º.-Disponer de la autorización del obispo de la diócesis correspondiente previa recomendación de un tribunal eclesiástico competente en esta materia.

El sacerdote es autorizado a ejercer el ministerio de exorcista en la diócesis por un periodo normal de tres años, luego deberá ser renovado ese permiso.

Como exorcistas destacados tenemos a Gabriele Amorth y José Antonio Fortea Cucurull.

La Iglesia Católica Romana prohibe la ouija, espiritismo, adivinación, hechicería,ya que dicen “pueden atraer al maligno”.

Así las causas que atraen al maligno son:

1º.- Participar en ritos satánicos,la ouija se considera un medio.
2º.- Consagrar un niño al demonio por parte de sus padres que realizan prácticas satánicas.
3º.- Pactar con el demonio, bien por culto o bien “por un favor”.
4º.- Vía maleficios.

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1 comment

Simbología del monumento a la Inmaculada de Sevilla - diciembre 5, 2019 at 9:58 am

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