SEVILLA 15.8.2020 / Jose Manuel García Bautista
Definimos como posesión demoniaca al presunto apoderamiento del cuerpo o espíritu de un ser humano por parte de un espíritu de carácter demoniaco.
La persona poseída demuestra una serie de rasgos definitorios como son un trastorno de personalidad, convulsiones, respiración agónica, aversión a lo sagrado, aparición de enfermedades sin causa aparente, acceso a conocimientos sobre sucesos distantes y ocultos, a lenguajes extranjeros o hablar y entender lenguas desconocidas por el sujeto, cambios drásticos en la entonación vocal y en la estructura facial, aparición repentina de lesiones (arañazos, punciones y diferentes marcas), cicatrices “espontáneas” y fuerza desproporcionada. Son sólo algunos de las características que demuestra la persona endemoniada.
La demonología se encargaría del estudio de todo lo relacionado sobre las acciones del demonio sobre el ser humano.
Para extraer ese demonio, o maligno, del cuerpo humano se requiere la acción de lo que se llama exorcismo, mediante un completo ritual disponible y aprobado para tal efecto.
Desde un punto de vista médico, o científico, la posesión es considerada como “el trastorno disociativo de la histeria, denominado desorden de trance o posesión, y diagnosticado como trastorno psiquiátrico.
Normalmente se le denomina «demoniopatía» o «demoniomanía» y se describe como la creencia del paciente de estar poseído por una divinidad o demonio, y de obrar bajo su control”.
En la religión cristiana, dentro de la Biblia, encontramos los siguientes ejemplos de posesión demoniaca:
• Mateo 4:23-25: Jesús cura a unas persona poseídas (también en Lucas 6:17-19).
• Mateo 7:21-23: Se expulsan a demonios en el nombre de Jesús (también en Marcos 16:17; Lucas 10:17; Hechos 5:16; 8:7).
• Mateo 8:14-17: Jesús sana a poseídos (también en Marcos 1:29-39; Lucas 4:33-41).
• Mateo 8:28-34: Jesús expulsa a uno demonios que mantenían relaciones sexuales con aproximadamente 2000 cerdos (también en Marcos 5:1-20 y Lucas 8:26-39).
• Mateo 9:32-34: Jesús hace hablar poseso por un demonio. Los fariseos decían que lo poseyó Belcebú (también en Marcos 3:20-22).
• Mateo 10:1-8: Jesús concede a los apóstoles la autoridad para expulsar demonios (también en Marcos 3:15; 6:7; 6:13; Lucas 9:1; 10:17).
• Mateo 11:16-19: «Esta generación» dice que Juan el Bautista está poseída por un demonio (también en Lucas 7:31-35).
• Mateo 12:22-32: Jesús cura a una persona ciega y muda poseída por un demonio (también en Lucas 11:14-23; 12:10; Marcos 3:20-30).
• Mateo 12:43-45: Jesús narra una alegoría de cómo los espíritus vuelven a casa, al cuerpo de un ser humano que ya habitaron (también en Lucas 11:24-26).
• Mateo 15:21-28: Jesús expulsa al demonio de la hija de una mujer Cananita (también en Marcos 7:24-30).
• Mateo 17:14-21: Jesús cura a un loco echando a un demonio de su cuerpo (también en Marcos 9:14-29; Lucas 9:37-49).
• Marcos 1:21-28: Jesús expulsa a un demonio de un hombre (también en Lucas 4:31-37).
• Marcos 9:38-40: En el nombre de Jesús un no cristiano expulsa a demonios (también en Lucas 9:49-50).
• Marcos 16:9: Jesús expulsa siete demonios del cuerpo de María Magdalena (también en Lucas 8:2).
• Lucas 7:21: Jesús hace un exorcismo colectivo y expulsa a espíritus malignos.
• Lucas 13:10-17: Jesús expulsa en Sabbat a un demonio causante de las enfermedades de una mujer.
• Lucas 13:31-32: Jesús prosigue exorcizando personas pese a que Herodes Antipas está buscándole para matarle.
• Lucas 22:3: Satanás entra en Judas Iscariote (también en Juan 13:27).
• Juan 7:20: Un grupo de personas quiere matar a Jesús alegando que estaba poseído.
• Juan 8:48-52: Los judíos dicen que Jesús es un Samaritano poseído por demonios.
• Juan 10:20-21: Se duda de Jesús y se afirma que esta poseso.
• Hechos 5:3: Satanás ocupa el corazón de Ananías.
• Hechos 5:16: Los Apóstoles expulsan espíritus malignos de diferentes personas.
• Hechos 8:6-8: Durante las enseñanzas de Felipe el Evangelista en tierra de Samaria, los demonios salen de los cuerpos de diferentes personas.
• Hechos 8:18-19: Simón el Mago se ofrece a comprar el poder de la Imposición de las manos.
• Hechos 10:38: El apóstol Pedro dice que Jesús expulsa a los demonios de todas aquellas personas que se le acercan.
• Hechos 16:16-24: Pablo y Silas por desposeer del demonio adivinatorio de una esclava.
• Hechos 19:11-12: Los pañuelos y los delantales tocados por Pablo curan enfermedades y eliminan posesiones demoniacas.
• Hechos 19:13-20: Siete hijos de Esceva tratan de echar a unos demonios diciendo: «En el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, yo te ordeno salir». Su falta de fe hace que no tengan éxito.
• Apocalipsis 18:2: La Ramera de Babilonia es citada como el lugar donde moran demonios, espíritus malignos y aves inmundas.
Buenos ejemplos de un fenómeno inquietante que hoy podría ser atribuido en un 90% de los casos a problemas mentales, pero aún queda la duda del otro 10%.
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