SEVILLA 26.5.2020 / Jose Manuel García Bautista
¿Es lícito expoliar los restos del Titanic para recuperar piezas de interés de su interior? Hay quién considera al mítico buque de la White Star Line como una especie de cementerio marino donde reposan los restos de más de cientos de personas y sería una especie de profanación, por contra están los que piensan que el Titanic desaparecerá en las próximas décadas y es una forma de obtener información y tenerlo en el recuerdo.
El debate se ha vuelto a activar con la intención de enviar una expedición para recuperar al telégrafo inalámbrico Marconi, que se encuentra en el interior de la famosa nave. Tendría su interés pues era el aparato con el que los radiotelegrafistas Jack Phillips y Harold Bride enviaron multitud de mensajes en la trágica noche del 14 de abril de 1912.
El telégrafo era entendido como un medio de “diversión”, una especie de correo electrónico, SMS o Whatsapp de la época sin entender que su valor iba mucho más allá, no obstante cuando lanzó el “CQD” o el “SOS” -llamadas de socorro- supuso una conexión con su realidad.
Ahora la jueza federal Rebecca Beach Smith ha valorado la Historia de la radio y ha pedido que se rescate el dispositivo debido a “un valor histórico, educativo, científico y cultural significativos”.
Para recuperarlo tendrán que abrir un agujero en el casco del navío y ante esta circunstancia se ha opuesto la NOAA, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. El Titanic está en aguas internacionales, no pertenece a nadie y, por supuesto, nadie puede expoliar al pecio que es un trozo de la Historia de la Humanidad.
La NOAA indica que el buque es el lugar de descanso de más de un millar de personas y recuperar el telégrafo causaría daños “irreparables” en un casco que ya se encuentra muy débil por las bacterias que se comen el hierro del casco.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. se opone a esta misión y podría dar lugar a una interminable batalla legal. La jueza no tiene autoridad para mandar recuperar una pieza que no pertenece ni a Estados Unidos ni a ninguna empresa y menos en aguas internacionales.
La empresa que se ha ofrecido a recuperar el telégrafo del Titanic dice que “podría descubrir algunos de los secretos sobre un mensaje de advertencia perdido y llamadas de socorro enviadas desde el barco”.
También se querría recuperar el cadáver de Phillip, quien falleció esa noche en el barco, y quería enviar todos y cada uno de los mensajes de amor y despedida aunque se duda que esté en el departamento del telégrafo o, de haber estado, que se conserven sus restos.
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