SEVILLA 9.2.2020 / Jose Manuel García Bautista
La Luisiana está separada de Sevilla por 69 kilómetros de distancia mediando la misma Historia entre ellos.
Es Carlos III quien mandó traer a gentes de Alemania para colonizar esta localidad en un proyecto que ocupaba toda la Sierra Morena. Existen unos baños romanos de importancia para visitar, ya que sus aguas tienes fama de curativas.
Del periodo paleolítico y Neolítico, ubicados entre la época del Bronce y la Tartésica encontramos numerosas piezas en la zona, piezas que nos habla de un pasado ligado a la civilización tartésica.
Del período Íbero-Tartésico tenemos piezas pequeñas pero relativamente abundantes, que dan idea de aglomeración rural en la época. Del período romano encontramos más de una treintena de yacimientos registrados indicándonos una gran importancia económica la de La Luisiana.
Esta importancia económica se derivaba de las explotaciones de uso agrícola, dedicadas al cultivo y producción de aceite de oliva, el llamado “Granero de Roma” seguía teniendo una gran importancia para el Imperio, además estaba ubicada cerca de la “Vía Augusta” y próxima a las colonias romanas de Obúlcula (La Monclova) y Astigi (Écija).
Aún se conservan los “Baños Romanos” de La Luisiana, la estela funeraria de “Rústica Caccosa” y el miliario de Constantino el Grande, que pueden contemplar (y admirar) en el Museo Arqueológico de Sevilla.
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