SEVILLA 19.4.2020 / Jose Manuel García Bautista 4
En pleno barrio de San Isidoro, muy cerca de la Alfalfa, encontramos una vieja casa que guarda inconfesables secretos, secretos que, tal vez, relacionados con su pasado y que, ahora, se materializan para sorpresa y miedo de aquellos que han tenido la oportunidad de vivirlos, experiencias que van más allá de lo racional y que se ubican en lo inexplicable.
Hace años que se sabe de diferentes experiencias ocurridas en el edificio de la Escuela Mercantil de Sevilla, no es único fenómeno ni el único lugar donde, en la zona, se viven experiencias extrañas pues en una cercana casa-hermandad también se atesoran testimonios de encuentros “con lo extraño”. Pero el edificio protagonista es la vieja Escuela Mercantil.
En el transcurso de una conferencia en la instalaciones del Círculo Mercantil de Sevilla –que no se relaciona con la Escuela pese a que compartan parte del nombre- un antiguo alumno se me acercó y me pidió hablar en privado conmigo:
“Hace años que salí de la Escuela Mercantil, aquí en San Isidoro, debería de llegarte un día, allí pasan cosas que no te puedes imaginar. Yo he vivido allí experiencias terribles. Recuerdo una vez que fue al servicio y que, claramente, escuché como alguien me llamaba, creí que podía ser un compañero pero allí no había nadie. En otra ocasión, mientras estudiaba, sentí como si algo pasara un dedo helado por mi nuca, fue terrible”.
Mientras se le ponían los vellos de punta y me confesaba “lo peor que he vivido allí fue una tarde ver una sombra por el aula donde yo estaba, no sabía que era aquello, llegué a pensar que estaba mareado o mal de la vista… Era un volumen vacío, opaco, era la cosa más extraña que he visto jamás, bajó mucho la temperatura y se esfumó”.
Con tales antecedentes más otros testimonios vividos en este lugar habría que buscar en las raíces y la Historia particular de este edificio, en esa tarea me encontraba cuando me topé con otros testimonios de personas, antiguos alumnos, que me decían que en el edificio se escuchaban ruidos extraños y que, algún que otro alumno intentó grabar una tarde psicofonías y el resultado fue que captaron una voz varonil que les decía: “¡No haced eso!”.
Otros antiguos alumnos hablan de la aparición en el lugar de una sombra, una sombra o un señor que aparece vestido con una especie de uniforme, un uniforme antiguo, de otra época pero muy evidente:
“era una persona como tú o como yo, no era un fantasma como los del cine que son traslúcidos y dan miedo, simplemente era como si hubiera alguien a un lado de la habitación y no quisiera llamar la atención, pero lo podías ver allí con su gorra y su actitud seria, era muy evidente pero también era imposible por qué se veía que pertenecía a otra época”.
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