SEVILLA 22.2.2021 / Jose Manuel García Bautista
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“Debemos ser conscientes de la presencia de este astuto enemigo, interesado en nuestra condena eterna, en nuestro fracaso, y prepararnos para defendernos de él y combatirlo”, afirmó Papa durante el ángelus del domingo en el Vaticano.
Hablaba sobre las tentaciones de Jesús en el desierto y dijo que era algo muy real “el lugar de la prueba y la tentación, donde el Tentador, aprovechando la fragilidad y las necesidades humanas, insinúa su voz mentirosa, alternativa a la de Dios. Te muestra otro camino, una vía de engaño. El tentador seduce”.
“Todo el ministerio de Cristo es una lucha contra el Maligno en sus múltiples manifestaciones: curaciones de enfermedades, exorcismos de poseídos, perdón de pecados. Es una lucha. También la vida del cristiano que sigue las huellas del Señor, es una batalla contra el espíritu del mal”.
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“La gracia de Dios nos asegura la victoria sobre el enemigo, pero me gustaría destacar una cosa”, dijo el Papa.
“En su vida, Jesús nunca dialogó con el diablo, nunca. O lo ahuyentó de la posesión, o lo condenó, o mostró su malicia. Pero nunca vemos un diálogo. Y en el desierto parece haber un diálogo, porque el diablo le hace tres propuestas. Pero Jesús no le responde con sus palabras sino con tres citas de la Bibli. Lo hizo para enseñarnos cómo actuar ante las tentaciones, porque si aceptamos el diálogo, seremos derrotados”.
“El enemigo está agazapado ahí, tened cuidado. Nunca dialoguéis con él” enfatizó.
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