LEYENDAS

El misterioso secreto del Barranco de Badajoz

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SEVILLA 19.10.2019 / Jose Manuel García Bautista

No se encuentra en la bella provincia extremeña sino en pleno oasis en el Océano Atlántico, en la isla de Tenerife, en la zona de Güimar.

En pleno corazón isleño, entre silencios y leyendas se enclava este enigmático lugar que se llama el Barranco de Badajoz.

La historia de los fenómenos que allí ocurren no es nueva, desde que se tiene constancia es un lugar donde suceden hechos misteriosos…

En siglos pasados los mineros que trabajaban en el lugar huyeron y abandonaron sus herramientas y hogares, cogieron a sus familias y no regresaron jamás, nadie sabe el motivo que les causó tanto temor para no volver pero allí quedó el mudo silencio de su miedo que les llevó hasta dejar su trabajo, su medio de vida y de sustento…

Las historias que narran los más viejos del lugar nos dicen que hacia el año 1912 dos mineros buscaban una galería viable, tiraron una pared donde se encontraron de frente con dos maravillosos seres de luz.

Aquellos seres le pidieron a los mineros que les siguieran y le indicaron donde debían cavar…

Otras versiones nos dicen que un miedo extremo se apoderó de ellos y huyeron del lugar buscando a la Guardia Civil para informarle de los misteriosos seres luminosos…

Pero, pese a todo, no hay ningún documento que avale este relato. Lo cierto es que el Barranco de Badajoz es un sitio colmado de paz y belleza que no lo habita nadie.

Las galería con el oro líquido que supone el agua quedaron olvidadas, y las historias pavorosas comenzaron a germinar en terreno abonado.

Historias que nos hablaban de seres de luz, de esferas de luz blanca que se apoderan del frío de la noche, de cambios imposibles de temperatura pasando de una gélida temperatura que, a su antojo, se vuelve agradable, cálida, como una breve caricia en el devenir de las horas.

Los güimareros cuenta cientos de experiencias –tal vez relatos legendarizados- sobre este bello entorno que sigue escondiendo la esencia misma del misterio.

Del Barranco de Badajoz se ha dicho que es una “puerta a otra dimensión”, una puerta que ha dejado ver, en ocasiones y a los más “afortunados” la presencia en el entorno de seres alados o de luz…

Así Teyo Bermejo, en 1991, realizó una instantánea del luminoso ser, para unos es sólo un efecto de luz, para otros la prueba de lo que allí habita….

Igualmente se han fotografiado esferas de luz, orbes cuya “danza” parece como si fueran teledirigidas por un “algo” inteligente…

Son muchos los osados buscadores de misterios que se han adentrado en el Barranco de Badajoz y han pasado allí la noche.

Han tenido –en unos casos- experiencia extrañas, otros no vivieron nada especial; en ocasiones escucharon murmullos, como si estuvieran acompañados por un algo o alguien que no lograban ver.

Una suerte de indescifrables conversaciones, brotaban de las entrañas de la tierra, acompañados por un continuo caer de piedras.

El Barranco de Badajoz es el abismo de lo inexplicado que encierra, en su interior, la esencia misma del misterio.

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