SEVILLA 2.11.2019 / Jose Manuel García Bautista
Durante la invasión musulmana, a tierras hispanas, llegaron las tropas musulmanas de Tarik. Pero también llegaron campesinos de la zona de Tánger y el Magreb, los “fellahs”, exiliados, que eran denominados “mencus”.
De su tierra trajeron posesiones y tradiciones, entre ellas canciones, los cantos “fellahs-mencus”, denominación de donde procede la palabra “flamenco”.
Ese fue el momento en el que se introducen en nuestro país aquellas canciones evocadoras procedentes del norte de África, de Egipto y la zona más oriental de ese continente.
Arraigó fuertemente en Andalucía, y aquel cante pasional, de recuerdos, profundo…
Aquel cante jondo se comienza a fundir, como si de un crisol se tratara, con los primitivos cantos andaluces derivados de primitivos ritos y tradiciones fenicias, tartésicas, romanas o visigodas y como resultante de aquello surge el flamenco.
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