SEVILLA 6.6.2020 / Jose Manuel García Bautista 21:00 h.
Mirando al mar, al Océano Pacífico, en Perú –tierra de misterios- nos encontramos una de esas señales que aún nos plantean mil y un interrogantes. Domina la bahía, está excavado en la arena, su orientación es exacta y precisa, mide 183 metros de alto, su cuerpo central mide unos 5 metros de ancho y su profundidad varía entre los 50 y los 60 centímetros, su orientación central es de Nordeste-Sudeste.
Es la visión de una especie de candelabro de tres brazos en pleno desierto peruano frente al mar.
No se sabe quiénes fueron sus autores ni la cultura o pueblo que lo realizó, tampoco si guarda una relación con la astronomía ni cuál es la exacta función que tenía…
El astrónomo Gerald Hawkins trató de relacionar las líneas de Nazca, también en Perú con la astronomía de hace 7000 años y el Candelabro de Paracas pero el resultado de una hipotética relación fue nulo.
El suizo Erich Von Daniken creía que podía ser una orientación, junto a las mismas líneas de Nazca para posibles visitantes extraterrestres y sus ingenios voladores.
Los más “Materialistas” creen que el candelabro pudo haber sido, o servido, como un punto de encuentro allá por los siglos XVI o XVII.
Sea como fuere su misterio sigue inalterable y su presencia inmutable en las costas peruanas.
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