SEVILLA 26.1.2020 / Jose Manuel García Bautista
El vapor “Valbanera” fue construido por los astilleros Connell & Co en el año 1906 en la ciudad escocesa de Glasgow.
Con 120 metros de eslora y 15 de manga era el orgullo de la naviera española Pinillos Izquierdo y Cía. S.C. Tenía un desplazamiento de 12.500 ton. y admitía un máximo de 1150 pasajeros para impulsarlo mediante dos máquinas alternativas de triple expansión “Dunsmuir & Jackson” de 445 C.V.
Alcanzaba los 12 nudos con comodidad y albergaba a sus pasajeros divididos en cuatro clases de pasaje en sus viajes desde Barcelona a Nueva Orleans vía Cádiz, Islas canarias, La Habana (Cuba) y Galveston (EE.UU.) .
Era el orgullo de su propietaria y de un tiempo en el que la emigración era visto para muchos como la única vía de escape para una situación en España angustiosa.
Llegó a Gran Canaria desde Cuba con 1600 pasajeros en condiciones francamente inhumanas habiendo perecido varios en la travesía. Soltó a su pasaje y se dirigió al puerto de Barcelona para reiniciar un nuevo viaje.
El 17 de Agosto llegó nuevamente a Gran Canaria tomando rumbo el 19 de Agosto hacia América. El 12 de Septiembre de 1919 se perdía el contacto con el “Valbanera”, los últimos en mediar comunicación con el buque español fue la estación de Key West estadounidense. Todo estaba normal pero minutos después el “Valbanera” desapareció…
Muchos dijeron que el mar del diablo se había cobrado una nueva víctima e incluso se pensó en demonios marinos muy de la cultura popular de la época pero la verdad era mucho más sencilla que todo lo que se estaba comentando.
El alférez de fragata L. B. Roberts comandante del caza submarinos US SC 203 de la Armada estadounidense los localizó el 19 de Septiembre en los fondos de arenas movedizas de Half Moon Shoal a 40 millas al oeste de Cayo Hueso, en su interior no había cadáveres ni restos de violencia.
El 20 de Septiembre es inspeccionado por el contralmirante Decker y por Domingo Milord –cónsul de Cuba en Cayo Hueso-. Todos los indicios apuntan a que el barco siniestrado fue víctima de un golpe de mar provocado por el huracán que estaba azotando toda la zona durante aquellos días formado en el Golfo de México y en cuyo ojo se encontraba el “Valbanera”.
Un buque inglés lo divisó cerca de Caibarien el 8 de Septiembre de 1919 después… Dice la leyenda que a bordo del “Valbanera” viajaba un numeroso grupo de prostitutas y que debido a ello se le negó la entrada en el puerto de La Habana incluso en Key West (EE.UU.) se le conoce como “The Wreck of the Whores” o el Pecio de las prostitutas…
Curiosamente el relato corto de Hemingway “Después de la tormenta” se cumplió con el “Valbanera” ya que se cree que tras el huracán que lo hundió unos pescadores de esponja lo encontraron y saquearon dada la escasa profundidad a la que se encontraba (6 metros).
El “Valbanera” fue explorado por Eduardo Vera y Fernando José García Echegoyen entre los años 1992 y 1996 a lo largo de tres expediciones en la que se lograron rescatar diferentes objetos del naufragio.
Desde su botadura se decía del barco que tenía “mala estrella”, su nombre fue escrito incorrectamente ya que estaba nombrado en honor de la Virgen de Valbanera (La Rioja) y sin embargo rezaba en su casco como “Valbanera”…
El hecho de que su capitán cayese enfermo y fuera sustituido por Ramón Martín Cordero (gaditano de 34 años) fue otro presagio ya que este escribía antes de partir: “de no perder la vida en este primer viaje, a la vuelta tendré el placer de que mi hija me tire de la americana”.
Su esposa, Mercedes Polanco y Cano, comentaba posteriormente que: “parecía como si Ramón tuviera el presentimiento de que moriría en aquel viaje”.
Otro síntoma de mal augurio llegó tras perder un ancla en el puerto de Santa Cruz de la Palma.
Como víctimas de una premonición ante una inminente desgracia 742 personas desembarcaron, pese a tener su pasaje íntegramente pagado, en Santiago de Cuba. Esa “corazonada” les salvó la vida.
La niña Ana Pérez Zumalave decía antes de partir: “yo no quiero ir en ese barco, se va a pique… Mamá va contenta pero yo sé que el barco se hunde”.
En la tragedia del español “Valbanera” fallecieron 550 personas, el azar, la premonición o quizás un extraño presentimiento salvó la vida al resto del pasaje.
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