Historia Jaen

El espectro del Palacio de los Vélez

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JAÉN 29.12.2019 / Jose Manuel García Bautista

El Palacio de los Vélez, en Jaén, se encuentra entre las calles Almenas y Valparaíso, hoy día es el Colegio Oficial de Arquitectos y su historia se remonta al año 1506 cuando Alfonso Vélez de Mendoza ordena su construcción.

La fachada sufrió unas mejoras en el año 1630 y destaca su patio con una fuente de la que mana “el agua de la vida”.

En el interior de tan insigne edificio vive alguien muy especial, es un fantasma, una mujer traslúcida, joven, de largos cabellos y ojos claros, no aparenta tener más de veinte años y por su indumentaria habría que enmarcarla en una época que rondaría el siglo XIX.

No se comunica con nadie, tiene un andar lento y mirada triste. Se la puede encontrar en las escaleras o el acceso a la biblioteca, incluso mirando a l calle desde una de las ventanas.

El edificio, con fama de encantado ha sido escenario de hechos difícilmente explicables: golpes, sonido de pasos que no provoca nadie, susurros y objetos que caen manipulados por unas manos invisibles. Suficiente para ocasionar el temor y la inquietud en aquellos que son testigos de los mismos.

“Marchaos de aquí” o “Si quieres verme, subid” son las invitaciones psicofónicas que hace el fantasma al que todos llaman Margarita y que tal vez encontró la muerte entre estas cuatro paredes descansando secretamente su alma en cualquier lugar tras una falsa pared o improvisada sepultura.

Cuenta la leyenda que una joven se enamoró de un amor prohibido y que su padre, adinerado él, la encerró en su habitación en la torre del edificio hasta que no renegara de aquel amor.

La joven dejaba caer mensajes de amor a su amado arrancados de un libro de oraciones. El tiempo pasaba y no adjuraba de aquel amor, hasta que una mañana descubrieron su cuerpo sin vida.

Unos creen que se la enterró secretamente en el patio del palacio, otros que su cadáver se emparedó para vergüenza de su padre y recordándole siempre donde estaba su hija, sea como fuere el fantasma de la joven se sigue apareciendo allí lamentando su triste suerte que la condena a vagar eternamente por los pasillos del viejo Palacio de los Vélez.

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