SEVILLA 13.5.2020 / Jose Manuel García Bautista
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y asesor del presidente, Anthony Fauci, ha querido calmar los excesivos ánimos del presidente Donald Trump al celebrar la batalla contra el coronavirus como si de una victoria se tratara o por impulsar tratamientos no probados por la ciencia.
Fauci ha llamado a la precaución ante el levantamiento generalizado de restricciones en Estados Unidos con más de la mitad de los estados en proceso de reapertura: “Las consecuencias pueden ser muy serias” afirmó.
Sobre todo teniendo en cuenta la capacidad de hacer frente a nuevos rebrotes que pudiera tener los Estados Unidos y que Trump, de forma optimista, cree que se puede hacer frente pero que no es tan clara la situación pues hay que observar la disminución sostenida de casos y hospitalizaciones, la existencia de una infraestructura hospitalaria y la capacidad para hacer test generalizados y seguimiento de contagios, parámetros no se cumplen.
Trump lo ha llamado como la “transición a la grandeza” defendiendo que la epidemia decrece “en la mayor parte de nuestro país, que quiere abrir y volver a funcionar. Está ocurriendo, ¡y de forma segura!”, escribía en Twitter, aunque ya se sabe que el presidente de los Estados Unidos no brilla, precisamente, por lo certero de sus comentarios y en este caso parece estar mal informado, una vez más.
Fauci reconoció que la epidemia “no está completamente bajo control” y aunque en determinadas zonas hay descensos, como el caso de Nueva York, en otros aumenta y se espera una segunda oleada en un país en el que hay más de 1,3 millones de contagios y los fallecidos superan las 80.000 víctimas.
Sobre el optimismo de Donald Trump el especialista decía: “Hay un riesgo real de que se provoque un brote que no se pueda controlar. Lo que, de forma paradójica, te retrasará todavía más, no solo con la consecuencia de sufrimiento y muerte que podrían haber sido evitados, pero también retrasarte en el camino de la recuperación económica”.
Fauci indicó que el número de víctimas es superior a los 80.000 fallecidos en estos momentos poniendo como ejemplo a la ciudad de Nueva York en la que mucha gente murió en sus casas sin pasar por una prueba de Covid-19.
El director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield reconoció que la epidemia en Estados Unidos no está controlada y que “aún no estamos a salvo”.
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