SEVILLA 11.12.2019 / Jose Manuel García Bautista
Los vecinos de La Macarena comienzan a estar hartos de la situación de inseguridad que se vive en el barrio y por eso se está comenzando a contabilizar como, muchos de ellos, se están marchando del mismo en beneficio de otras zonas de la ciudad.
El último incidente no ha sido más que otra gota del ya colmado vaso. Quizás la presencia de un centro social abarrotado así como la presencia del hospital y los numerosos “gorrillas” que se congregan en torno al mismo potencian aún esa inseguridad.
Los vecinos piden “redistribuir ya” las plazas de los centros sociales concentrados en el barrio e implantar “un dispositivo especial de vigilancia”.
Además advierten que “es una realidad: en la Macarena hay pura delincuencia que va creciendo cada día más y que acude al efecto llamada” y los vecinos, hartos, “venden sus pisos para irse a otros barrios”.
Ese referido último caso de violencia tuvo lugar el domingo en un bar ubicado en la avenida Sánchez-Pizjuán, siendo detenidas dos personas que pone de menifiesto el problema de convivencia y de seguridad .
“Hace unos meses, en septiembre, el delegado de Asuntos Sociales, en una entrevista radiofónica anunciaba que tenían previsto aumentar el dispositivo de seguridad y a la vista está que no se ha hecho, viendo la pelea que hemos tenido en nuestras calles con más de 20 personas implicadas”.
Los vecinos lamentan que “desde el Ayuntamiento se nos dice que el tema de la seguridad ciudadana es de la Policía Nacional. Vale, pero lo cierto es que la Local también tiene su responsabilidad, ya que en este altercado hay implicados también usuarios del albergue municipal”.

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