SEVILLA 22.7.2020 / Jose Manuel García Bautista
Tremenda pérdida la que ha sufrido el Museo del Vidrio de Shanghai con la rotura, accidental, del llamado “castillo de vidrio” soplado más grande del mundo.
El hecho se produjo cuando dos niños jugaban y derribaron el escaparate haciéndose añicos.
La pieza es obra del soplador de vidrio español Miguel Arribas, con más de 500 horas de trabajo y que era una recreación a escala del castillo de La Cenicienta de Disney World Resort. Fue un regalo al museo en 2016 para conmemorar su quinto aniversario, una obra impresionante.
Tenía, aproximadamente, 30.000 partes individuales hechas a mano y pesaba más de 60kg, con sus torreones de agujas hechas con oro de 24 quilates. 450.000 yuanes, unos 65.000 dólares, era su precio.
Los niños cruzaron la cinta de seguridad mientras jugaban y derribaron la vitrina. Esto provocó la ruptura de la aguja principal y causó diferentes grados de daño a otras secciones.
El Museo del Vidrio de Shanghai ya contactó con Arribas para intentar reparar la escultura pero, por la pandemia del Covid-19, actualmente no pueden desplazarse a China.
Los padres de los niños se han disculpado y se han comprometido en cubrir los gastos de la reparación de los daños causados en la escultura.
En este mismo museo hace cuatro años otros dos niños rompieron la obra “Angel is waiting”, unas alas de cristal de la artista Shelly Xue.
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