Las perjudicadas, madre e hija, se vieron obligadas a vender su vivienda
Redacción: 30/10/2021
Según Última Hora, el acoso del vecino del tercero fue tal que las perjudicadas, madre e hija, tuvieron que vender el piso de Palma en el que llevaban viviendo toda la vida. Duró meses y, entre otras cosas, el hombre lanzaba cigarros encendidos en la puerta y les escupía sobre el felpudo.
El caso ha llegado a juicio y el procesado se declaró culpable y aceptó dos años de prisión e indemnizar a las víctimas en 1.000 euros por los daños morales ocasionados. El imputado, defendido por Ernesto Mestre, no entrará en prisión al quedar la pena suspendida.