SEVILLA 11.1.2020 / Jose Manuel García Bautista
En la lucha entre el bien y el mal destaca aquella que, en los textos sagrados, sostienen los ángeles contra los demonios, los enviados del cielo contra los enviados del infierno.
Es la eterna dicotomía de lo positivo y lo negativo, el equilibrio, el orden cósmico, el ying y el yang. Dentro de esa tradición de equilibrio de fuerzas son muchos los demonios que destacan, espíritus malignos dispuestos a todo por hacer el mal.
Cómo regente de esa corte demoniaca se encuentra Lucifer junto a su mano derecha Belzebú, pero hay otros demonios tan destacados como peligrosos.
Damos un repaso a estos seres del mal:
Abbadón: es el Destructor, el que manda sobre las langostas cuando salen de sus nidos a devorarlo todo, una plaga. Tiene cabeza de hombre, cabello largo de mujer, dientes de león y cola mortífera de escorpión.
Abigor: es el Gran Duque de los infiernos, es representado como un caballero que porta una lanza, estandarte y su cedro. Es una figura que es adoraba por nigromantes y adivinos, quizás por qué es el que muestra el futuro.
Adremelec: tiene el dudoso honor de presidir el consejo de los diablos, su figura es ya nombrada en la cultura asiria e, incluso, se le ofrecían niño como víctimas en sangrientos rituales de muerte.
Agarés: es representado subido a lomos de un cocodrilo y con un milano en el puño. A este demonio se le achaca el decir improperios y palabrotas.
Amaimón: es uno de los subpríncipes, de los ocho que hay, del gobierno de Oriente. Su respiración es letal pues es venenosa y con sólo estar junto a él puede matarte.
Amduscias: es una especie de humanoide con cuerpo alargado y cabeza de caballo, utiliza diferentes instrumentos musicales con los que es representado.
Anamelech: es el portador de las malas noticias, es un demonio oscuro. Es representado como una especie de pomposa codorniz.
Andras: es un ser alado, al estilo de los ángeles, pero tiene la cabeza de un búho, se desplaza siempre a lomos de un lobo negro y porta un afilado sabe. Crea las discordias entre aquellos que toca y enseña a matar a los enemigos.
Andrialfo: suele aparecerse como si fuera un lustroso pavo, está versado en astrología, en los arcanos, y su invocación implicaba transformarse en pájaro lo que posibilitaba escapar de los enemigos.
Ascaroth: es el protector de los espías y los que delatan a otras personas, es el gobernante del miedo de los seres humanos.
Asmodeo: es uno de los demonios más populares, de los más conocidos. Crea la confusión, el error u la disipación. Se le atribuye ser catedrático en matemáticas y astronomía.
Es Asmodeo quién enseña al ser humano a desaparecer, a ser invisibles; sabe dónde se encuentran los tesoros de la Tierra. Cuenta la leyenda que el rey Salomón logró atraparlo y lo encadenó obligándolo a enseñarle a construir su Templo.
Astaroth: se le representa a lomos de un dragón y tiene una serpiente en la mano derecho, su aspecto es terrible, repulsivo. Preside el gobierno de Occidente y es el gran tesorero de los infiernos, su presencia es fácilmente detectable por que apesta.
Azazel: es un demonio de segunda fila. Cuando llegaba la festividad judía de las Expiaciones le eran ofrecidos dos machos cabríos como sacrificio, uno era para el señor de las tierras y otro para él. Era temido.
Behemoth: es un demonio muy particular pues tiene la facultad de ser pesado y aficionado a las golosinas y la comida. Es representado como una especie de elefante de dos pies y gran estómago.
Belaam: se dice que fue el demonio que el 8 de diciembre de 1632 poseyó a Juana de los Ángeles, de Loudum.
Belfegor: es el demonio que se asocia a los descubrimientos y los inventos, tiene apariencia de ser una bella mujer. En tradiciones culturales como los amonitas, moabitas y medianitas se le llamaba Baalfagor. Es un monstruo con la boca abierta.
Belial: demonio reverenciado por los fenicios, pese a su impecable aspecto era temible y despiadado. Se cuenta, en las tradiciones religiosas, que Belial fue el inductor de los ángeles y de los primeros en ser expulsados del Cielo.
Belzebú: es uno de los demonios más poderosos del Infierno, es el jefe supremo. Sin embargo su función es ciertamente desconcertante: proteger a sus fieles de las picaduras de los insectos. Su representación es variable, desde un humano de proporciones gigantescas hasta una mujer o una serpiente. Todo es poco cuando de los poderes de Belzebú se trata.
Climerio: manda en la zona de África y es representado a lomos de un caballo negro, enseña gramática y retórica así como grandes tesoros.
Dagón: es otro demonio de segundo orden, idolatrado en Asiria y dios de los filisteos. Es representado cómo un ser mitad hombre y mitad pez, una especie de sirena, un tritón mitológico.
Eurinomo: es el encargado de devorar la carne de los difuntos, se representa con llagas por todo el cuerpo y muchos colmillos, se cubre con una rojiza piel de zorro.
Exael: es uno de los ángeles caídos que enseñó a fabricar armas al ser humano así como elementos de oro, plata y piedras de gran valor.
Fleurety: es el teniente general del Infierno, su símbolo es una pezuña de caballo.
Furcas: enseña filosofía, quiromancia y astronomía además de leer el futuro en el fuego. Se le representa con na barba muy larga y cabello blanco.
Pero estos serán sólo algunos de los demonios del Infierno, tan sólo una muestra de la legión de seres perversos que eran descritos en las diferentes culturas y sus textos sagrados.

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