Consecuencias de las restricciones y bajadas en internet -

SEVILLA 22.4.2020 / Jose Manuel García Bautista

Las restricciones y limitaciones (que son dos conceptos diferentes) de Internet durante la pandemia de covid-19 tienen consecuencias directas sobre la psicología de aquellos que la sufren.

Son muchos los usuarios de internet, bien en el ordenador o bien en su móvil, que comprueban como a determinadas horas sufren una bajada importante en la señal.

Los diferentes operadores indican que es debido a uso masivo de las mismas, sobre todo tras almuerzo o cena, de 14:00 h. a 17:00 h. y de 21:00 a 1:00 h. son las franjas donde más deficiente son las conexiones siendo complicado sostener una videoconferencia y una conversación vía mensajería.

Cuando esto sucede se ponen en marcha una serie de mecanismos en la persona que lleva ya 40 días de confinamiento. El estado de ánimo baja, comienza la frustración, la sensación de aislamiento social, la ansiedad. Si se vive sólo todo se multiplica varias veces pues la persona no tiene con quién comunicarse entrando en un estado próximo a la desesperación que puede derivar en depresiones y caídas en el estado de ánimo.

Se produce un aislamiento dentro de ese distanciamiento social que ha motivado nuevas formas de conectarse con amigos y familiares, principalmente a través de videochat.

Igualmente con la bajada de señal hay servicios que no funcionan con la misma operatividad como Netflix que ha tenido máximos históricos en el tráfico de visualización.

Igualmente en hospitales donde pacientes y profesionales de la medicina están recurriendo a la telemedicina para hacer las consultas o hablar con sus familiares y amigos.

Servicios como Youtube han bajado la calidad de sus emisiones para no saturar tanto internet pero lo cierto es que las restricciones intencionales no solo violan múltiples derechos, sino que “pueden ser mortales durante una crisis de salud como la pandemia de covid-19”, según el grupo de derechos con sede en Nueva York, Human Rights Watch.

Es grave que el servicio de internet se vea limitado o que haya restricciones pues si se produce un alejamiento en el acceso a la información o un “apagón” será similar a un daño la salud pública al impedir el acceso a información oportuna y precisa sobre la pandemia mundial de covid-19, y las pautas de mejores prácticas como refugio en el lugar, distanciamiento social. Las limitaciones también mitigan la capacidad de las personas para evaluar el riesgo y prepararse mejor.

A nivel educativo sucede lo mismo donde la saturación de accesos a las aplicaciones educativas hacen que muchos alumnos tarden en entrar en las mismas y los profesores busquen alternativas ante tal caos.

El uso de las redes sociales se ha multiplicado por 16, el uso de mensajería en x4, la navegación en internet x3… Hay redes que no están preparadas para esa sobrecarga que, unido a las limitaciones hacen que la desesperación aflore en el usuario.

“También con frecuencia lastiman a los más vulnerables, exacerbando las tensiones y desigualdades sociales. Restringir el acceso a Internet durante estos tiempos sin precedentes ahoga el libre flujo de información vital sobre la salud y la libertad de expresión de los ciudadanos” decía el experto Woodhams.

Human Rights Watch indicaba que “durante esta crisis de salud global, los cierres perjudican directamente la salud y la vida de las personas, y socavan los esfuerzos para controlar la pandemia” referidos a países en Asia, por ejemplo.

Las operadoras recomiendan el teletrabajo a otras horas de menos tráfico pero mucho dependen de un horario y no de cuando la red está más o menos saturada.

Será otro motivo para analizar y mejoras cuando toda la pandemia pase allá donde hay personas frustradas, con ataques de ansiedad o en estados depresivos debido a los problemas para navegar ya sea para ocio o para trabajo.