SEVILLA 28.3.2021 / Jose Manuel García Bautista
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La hermandad de Montserrat fue fundada por un grupo de comerciantes catalanes afincados en Sevilla y de gran religiosidad, corría finales del siglo XVI, cuando decidieron dar culto a la Virgen de Montserrat, sus primeras reglas como hermandad de penitencia fueron aprobadas el 24 de abril de 1601, por el canónigo Don Luciano de Tregón.
Con el tiempo logró una notable popularidad en Sevilla y se dotó de imágenes de un gran valor tanto escultórico como sentimental.
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Así, si hablábamos del Señor de Sevilla, del Gran Poder, anteriormente, el nazareno que cautiva y roba el corazón a la ciudad, pues ahora le diremos a nuestro lector y acompañante que aquí, en plena capilla de Montserrat en la calle San Pablo podrá encontrar el que dicen que es el Gran Poder crucificado, y es que hablamos del Cristo de la Conversión, también obra de Juan de Mesa en 1620y cuyo parecido al Señor de Sevilla es más que evidente.
También encontraremos en esta hermandad a dos jóvenes mujeres que procesionan representando la alegoría de la Fe y la otra a la Verónica que destaca por llevar un paño con la cara de Cristo, cual Pañolón de Oviedo que también tuvo su paso por esta ciudad, esa rostro de la “Verónica” es cada año pintado por un destacado pintor de nuestra ciudad.