11 de junio de 2019.- Casi 18.000 hombres padecen en Andalucía cáncer de próstata y unos 5.400 fueron diagnosticados de esta enfermedad en 2018, según los datos que maneja la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM), pertenecientes a Globocan (Global Cancer Observatory) y el informe ‘Las cifras del cáncer en España’, unas cifras que convierten el cáncer de próstata en uno de los tumores más frecuentes y con una de las mayores tasas de mortalidad por tumores en la población masculina andaluza, sólo por detrás del de pulmón y el colorrectal.
Así lo pone de relieve la SAOM en una nota de prensa con motivo del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se conmemora este martes, en la que detalla que casi unos 5.400 hombres fueron diagnosticados de esta enfermedad el año pasado en Andalucía, comunidad donde fallecieron en torno a un millar de hombres por este tipo de cáncer en 2018.
Desde la SAOM explican que el cáncer de la próstata es una enfermedad que se desarrolla principalmente en varones de edad avanzada. Se trata del segundo tipo de tumor más prevalente en España, sólo por detrás del cáncer de mama, y representa más de una cuarta de los tumores que afectan a la población masculina (25,8%).
En concreto, en España se diagnosticaron más de 31.000 nuevos casos de cáncer de próstata en el último año, y se estima que para este 2019 seguirá aumentando su incidencia hasta alcanzar los 34.400 nuevos casos.
A pesar de estos datos, más del 50% de los pacientes afectados con este tipo de tumor logrará superarlos gracias a los nuevos avances en los tratamientos y a las nuevas técnicas de diagnóstico precoz, que ya están aumentando la supervivencia y la calidad de vida de las personas con este tipo de cáncer, con una reducción notable en el índice de mortalidad en Europa en los últimos años, según destacan desde la SAOM.
“En Andalucía, como en el resto de España, los principales afectados son los hombres mayores de 60-65 años, si bien el riesgo de desarrollarlo puede empezar a partir de los 50 años y puede detectarse a partir de esa edad gracias al diagnóstico precoz”, según precisa el coordinador del Grupo de Tumores Genitourinarios de la SAOM, el doctor Álvaro Montesa, quien además es oncólogo del Hospital Regional Universitario de Málaga, y que precisa que, “en estos últimos casos puede manifestarse de un modo más agresivo debido a factores de tipo genético”.
Para el doctor Montesa, la evolución que ha habido en el tratamiento del cáncer de próstata en los últimos años ha sido importante, y destaca el “alto nivel de excelencia” de la oncología andaluza en este campo, con hospitales que son “una referencia en el tratamiento de estos tumores, tanto en la aplicación de las terapias más avanzadas como en el desarrollo de ensayos clínicos cuyos resultados pueden abrir una esperanza para el futuro”.
“Nos situamos en una época que es clave para el tratamiento del cáncer, donde la oncología de precisión y la investigación son los grandes pilares que están posibilitando un nuevo paradigma en la forma de abordar los tumores, con terapias más avanzadas y personalizadas, también en el de próstata”, ha afirmado, por su parte, el presidente de la SAOM, Manuel Ruiz.
Asimismo, según añaden desde esta sociedad científica, el abordaje multidisciplinar con otros especialistas está contribuyendo “notablemente” a ese avance en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de tumores.
Entre los principales factores de riesgo del cáncer de próstata, además de la edad, se encuentra la historia familiar o cuestiones de tipo hereditario, ya que aquellos hombres con un familiar de primer grado con este cáncer tienen más probabilidad de desarrollarlo, aunque tan sólo un 5-10% de estos tumores tienen un componente hereditario.
Por ello, los oncólogos de la SAOM aconsejan que aquellos varones que presenten algún síntoma de la enfermedad acudan a su médico de Atención Primaria, o si tienen o han tenido familiares directos con este tipo de cáncer.
Entre los síntomas se destacan, en las primeras fases del tumor, la disminución del calibre o interrupción del flujo de orina; el aumento de la frecuencia de la micción; la dificultad para orinar o escozor durante la micción o la sensación de micción incompleta.
En las fases más avanzadas, los síntomas pueden incluir la aparición de sangre en la orina o signos de infección, aunque son poco frecuentes. Los oncólogos, no obstante, señalan que, en la mayoría de las ocasiones, estos síntomas son secundarios a la hiperplasia benigna de próstata, mucho más habitual y completamente benigna.
