SEVILLA 8.6.2020 / Jose Manuel García Bautista
En esta pandemia hay una persona que está teniendo un protagonismo especial, se trata del multimillonario, vinculado a Microsoft, Bill Gates.
Desde “teorías de las conspiración” hasta “profecías” se ubican en su su persona: “Si algo mata a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, es probable que sea un virus altamente infeccioso en lugar de una guerra” dijo a modo de vaticinio en una conferencia hace unos años que, ahora, se hace realidad.
Ahora, nuevamente, es noticia por su interés en liderar las vacunas contra el Covid-19, su vinculación a un grupo farmacéutico llamado GAVI o, los más extremos, lo acusan de liderar una clase de élites globales o que pretenda despoblar el planeta.
En este sentido es la persona que más conspiraciones tiene alrededor, sobre ello Rory Smith, de First Draft News, decía: “Hay miles de conspiraciones en torno a Bill Gates. Es una especie de muñeco vudú al que algunas comunidades están pinchando con sus propias conspiraciones. Y no es sorprendente que se haya convertido en el muñeco vudú, porque siempre ha sido la cara de la salud pública”.
Entre las más extravagantes informaciones sobre Gates, falsas o conspiranoicas -sin demostrar- se dicen:
-La Fundación Bill y Melinda Gates ha probado vacunas en niños en India y África, provocando miles de muertes y lesiones irreversibles. Una publicación indicó que se enfrenta un juicio en India.
-Ha sido acusado de lanzar una vacuna contra el tétanos en Kenia con fármacos para el aborto.
-Según The New American Magazine pretende la despoblación masiva a través de las vacunas y el aborto.
-Se relaciona a Gates con el Partido Comunista de China.
-Gates pretendería implantar microchips en las personas.
¿Filantropía o interés?
El profesor Joseph Uscinski, politólogo de la Universidad de Miami y autor de libros sobre teorías de conspiración, dice que todo ello es debido a que Gates es rico y famoso. “Las teorías de conspiración tratan de acusar a personas poderosas de hacer cosas terribles. Las teorías son básicamente las mismas, solo cambian los nombres”.
“Antes de Bill Gates, eran George Soros y los hermanos Koch y los Rothchild y los Rockefeller. No debería sorprendernos que personas ricas y grandes corporaciones sean acusadas de conspirar para poner chips en nuestros cuellos porque eso es algo a lo que le tememos” prosigue el profesor.
Teniendo como fuente a la encuesta de Yahoo News y YouGov, se sabe que casi un 27% de los estadounidenses y el 44% de los republicanos creen que Bill Gates quiere usar una vacuna contra el covid-19 para implantar microchips debajo de la piel de las personas.
La Fundación Bill y Melinda Gates financió un estudio, realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts en 2019, en el que se analizaba la posibilidad de almacenar el historial de vacunación de un paciente en un patrón de tinta, invisible a simple vista y podría administrarse debajo de la piel al mismo tiempo que una vacuna.
“Antes de internet, existían solo en unas burbujas dentro de ciertas comunidades, pero internet les permite viajar a través de tendencias políticas similares, entre comunidades, por lo que creo que hay mucho más espacio para las teorías conspirativas convencionales que antes de internet”.
“Esta crisis no tiene precedentes en tamaño y alcance, y los consejos cambian a medida que se publican nuevos estudios. Hay grandes áreas de incertidumbre y los humanos aborrecen la incertidumbre”.
“Aprovechamos cualquier información para inyectar algún tipo de sentido y orden, y ahí es cuando comienzan los rumores. Las teorías de conspiración, y especialmente las teorías de conspiración de Bill Gates, llenan estos vacíos informativos”.
Comunicado de la Fundación Gates
La Fundación Bill y Melinda Gates destinará 300 millones de dólares para combatir el covid-19, en un comunicado público decían:
“Estamos preocupados por las teorías de conspiración que se difunden en internet y el daño que podrían causar a la salud pública. En un momento como este, cuando el mundo se enfrenta a una crisis económica y de salud sin precedentes, es preocupante que haya personas que difundan información errónea cuando todos deberíamos buscar formas de colaborar y salvar vidas. En este momento, una de las mejores cosas que podemos hacer para detener la propagación de covid-19 es difundir los hechos”.
“Es preocupante que haya tanta locura. Cuando desarrollemos la vacuna, querremos que el 80% de la población se la ponga, pero si han escuchado que es una conspiración y no hay personas dispuestas a ponérsela, la enfermedad seguirá matando gente “.
“Estoy un poco sorprendido de que [las teorías] se centren en mí. Solo estamos dando dinero, firmamos el cheque… y sí, pensamos en proteger a los niños contra las enfermedades, pero no tiene nada que ver con chips y ese tipo de cosas. Casi te tienes que reír a veces”.
Las pretensiones de Gates
El problema principal al que se enfrenta Bill Gates es que su implicación en un grupo de empresas relacionadas con vacunas, de diferente tipo, en todo el mundo, está más que demostrado. Al respecto, desde Élite Radio y Élite Diario publicamos:
Fondo mundial para la vacuna contra el covid-19 de 2000 millones anunciado en la cumbre de GAVI
Crimen y sospecha: ¿Qué es GAVI y que tiene que ver en ello Bill Gates?
GAVI, la Alianza Global: ¿Futuro -o presente- gobierno mundial?
Se estima que si el grupo GAVI pudiera controlar sólo un 25% de las futuras vacunas contra el Covid-19 se tendría beneficios billonarios además del poder de actuación sobre población y acuerdos con gobiernos que resultarían tanto o más beneficiosos que los ingresos por la vacuna, por tanto no sería tanto el dinero como el poder.
Dentro de la propia página de UNICEF se publica:
La COVID-19 ha alterado la prestación de los servicios de inmunización en al menos 68 países, tanto ricos como pobres, poniendo a unos 80 millones de niños menores de 1 año en riesgo de sufrir enfermedades como la difteria, el sarampión y la poliomielitis. Como ya sabemos, las vacunas salvan entre 2 y 3 millones de vidas cada año: protegen a los niños de graves enfermedades y con ello contribuyen de manera clave a la erradicación de muertes infantiles prevenibles.
“No podemos cambiar un brote mortal por otro. No podemos permitirnos perder décadas de logros en materia de salud por los que todos nos hemos esforzado tanto en conseguir”, ha indicado nuestra directora ejecutiva, Henrietta Fore.
Para que una situación así no ocurra nunca se creó en 2000 Gavi, la Alianza para la Vacunación. Esta organización internacional reúne a los sectores públicos y privados con el objetivo común de crear igualdad de acceso a vacunas nuevas e infrautilizadas para los niños que viven en los países menos desarrollados del mundo, con la esperanza de salvar vidas y proteger la salud de las personas mediante un aumento de la equidad.
Gavi genera además sinergias con sus principales socios —la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, el Banco Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates— para apoyar efectivamente el desarrollo de la atención primaria de salud, a la vez que nos acerca a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Cobertura Sanitaria Universal, algo de especial importancia en el momento actual.
Gavi ha podido participar cada año en la inmunización de 760 millones de niños y niñas, salvar 13 millones de vidas y llegar a un 86% de la infancia de todo el mundo con la inmunización sistemática. Pero debido a la COVID-19, los extraordinarios logros conseguidos en salud infantil durante las últimas tres décadas están en riesgo. Además, se ha observado que los beneficios son también económicos: cada dólar invertido en inmunización durante 2011-2020 produjo un rendimiento medio de hasta 26 dólares en la vida de un niño, gracias al ahorro en el gasto sanitario y en la pérdida de ingresos por enfermedad.
Una reposición satisfactoria de fondos para Gavi —el objetivo son al menos 6.600 millones de euros para proseguir con su programa 2021-2025— sería un faro de solidaridad que nos ayudaría a reimaginar un mundo mejor y más preparado ante otra futura epidemia, un mundo más seguro para todos los niños y niñas. España tiene que seguir su compromiso con Gavi, apoyando las vacunaciones sistemáticas en paralelo al desarrollo de una nueva vacuna COVID-19. Una vez que se haya desarrollado la vacuna, España habrá hecho que el compromiso político sobre el acceso equitativo, si no universal, a la vacuna, sea un bien público mundial. Uno para todas las personas.
La implicación sería a nivel mundial y gozando con el respaldo de las principales organizaciones mundial como la OMS, Cruz Roja o la propia UNICEF así como la mayoría de gobiernos del mundo.
La aparente filantropia llevaría, indiscutiblemente, a una posición de poder más allá de los beneficios económicos y no deja de ser llamativa, a la que muchos recurren, cuando se habla de Bill Gates y del “fin del mundo” que vaticinó hace unos años -al cual se hacía referencia en este mismo artículo- y del que no habló de forma improvisada sino con informaciones que tenía y que puso de manifiesto en esa misma conferencia. ¿No es demasiada casualidad que en un siglo no ocurra nada y tras esa “predicción” se sucedan acontecimientos como el que vivimos en la actualidad?
A la posteridad quedará su conferencia en AMA en 2015 y sentencias tales como: “Nos preparamos para posibles guerras e incendios y ahora debemos prepararnos para epidemias con la misma rotundidad. Las situaciones urgentes se deben evaluar dentro de las 24 horas. […] Los trabajadores de la salud, por ejemplo, deberían tener prioridad. Las personas mayores deben tener prioridad”.
La fortuna de Gates se estima en 106.000 millones de dólares, parece evidente que ambicionar más dinero no sería su objetivo pero… ¿Y liderar un nuevo gobierno mundial al amparo de la salud?
La fundación de Bill Gates, desde el año 2014, invirtió 235 millones en preparativos para una posible pandemia. Melinda Gates dijo que habría que sumar los 305 millones específicamente para la lucha contra la covid-19, presupuesto destinado, principalmente, a África o la India, de las zonas más superpobladas del mundo.
Según un artículo en The Lancet la Fundación Bill y Melinda utiliza fondos sociales de gobiernos, así habría recibido subvenciones entre 1998 y 2007 por valor de 6.700 millones de dólares. Desde la publicación se cuestiona lo que hace la fundación con ese dinero público así como la opacidad de sus inversiones. El propio Gobierno de España destinó 125 millones a la Fundación Gates.
Relaciones con el PCCh
Otro punto criticado es su relación con el Partido Comunista de China (PCCh) y sus relaciones con Xi Jinping, el secretario general del Partido y presidente de China, allá donde países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania o Taiwan han acusado de ocultación de la pandemia a gigante asiático saliendo Bill Gates en defensa de los primeros.
Tedros Adhanom, director de la OMS, ha sido acusado de ocultar pruebas de la existencia de la pandemia, al menos de retrasar la comunicación del problema sanitario en este país. Pocos saben que Tedros es un simpatizante marxista del PCCh, algo que comparte con Gates.
Por último Gates apoyó al PCCh diciendo: “China hizo muchas cosas bien al principio, como cualquier país donde aparece un virus por primera vez. Hablar de China es una distracción. Acusarlos y culparlos es incorrecto”, los analistas internacionales creen, además, que Gates se estaría posicionando con China merced a que está llamado a suceder a Estados Unidos en el dominio de la economía mundial.
A la pregunta: ¿Por qué defiende a ultranza Bill Gates al presidente Xi Jinping y su régimen totalitario? No sería dinero, sería poder.
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