Sevilla, 25 Septiembre.- Un trabajador social del hospital Virgen Macarena ha asegurado que el joven acusado de asesinar a su bebé de 6 meses en Sevilla en el 2017 y su pareja cometieron “maltrato por omisión“.
De ello informó a los servicios sociales del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía.
Un jurado popular está enjuiciando en la Audiencia Provincial de Sevilla a B. S. R. G.
Para él la Fiscalía pide una condena de prisión permanente revisable.
Y para la madre, R. F. G., solicita 1 año y 6 meses por un delito de maltrato en comisión por omisión y otro de abandono de familia.
El trabajador social ha declarado ante el tribunal que conoce a los padres desde el parto.
Y que notó que “tenían muchísimas ganas de formar una familia“.
Aunque también advirtió una “situación de riesgo” porque no acudieron a varias citas en Neonatología.
El profesional sanitario también ha comentado que entonces “no había indicios de un riesgo inminente para el bebé”.
El 7 de abril emitió un informe favorable a su alta y entrega a los padres, si bien matizó que existían “circunstancias de riesgo”.
Y propuso “alternativas” para compensarlas, como un seguimiento del recién nacido en el centro de salud o la asistencia a las citas médicas.
Tres días después, el trabajador social elaboró la denominada hoja de maltrato.
En la misma consignó el “desconocimiento de las pautas básicas del cuidado” del niño o la “vida caótica” de los padres.
Y envió esa información a los servicios sociales del Ayuntamiento, la trabajadora social del centro de salud y el servicio de protección de menores.
Ante la ausencia de los padres en varias citas médicas, el trabajador contactó el 2 de junio con los servicios sociales comunitarios del Polígono Norte.
Estos “se comprometieron a hacer un seguimiento” del caso.
El 12 de junio, el bebé ingresó en el hospital y el trabajador social habló con la madre antes de solicitar que el hijo fuese declarado en situación de desamparo.
Consideraba que por parte de los padres hubo una “actitud negligente permanente”.
El bebé falleció cinco días más tarde.
“Ellos sabían que no lo habían hecho bien”, ha añadido.
También ha declarado una testigo de Jehová que acudió varias veces al piso que la pareja ocupaba ilegalmente en el barrio de El Cerezo.
Este ha afirmado que el bebé “era normal y siempre estaba limpio” y que sus padres “nunca se alzaron la voz”.
Además, ha recordado que las escaleras del bloque donde vivían eran “un poco peligrosas”.
Ello al hilo de la hipótesis de las defensas de que el bebé se le pudo caer a una amiga que ayudó al padre cuando, según él, se atragantó con el biberón.
Al respecto han comparecido dos pediatras del hospital, quienes han coincidido en que aspiraron leche de la boca y la nariz del bebé, pero no de la tráquea.
También han dicho que las tres fracturas del cráneo que causaron la muerte a la víctima son compatibles con un traumatismo “de cierta intensidad”.
La sesión ha comenzado con dos horas de retraso porque la acusada amaneció indispuesta y se presentó tarde, lo que le ha valido el reproche de la jueza, por su “total desprecio a la administración de justicia”.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
ASESÓRATE EN: https://www.isbylex.com/
ÓYENOS EN: http://www.eliteradiosevilla.es/
