Sevilla, 30 Julio.- La Gerencia de Urbanismo ha acordado iniciar el expediente de rescisión del contrato de las obras de reurbanización de Mateos Gago.
Esta contrato estaba adjudicado a la empresa Grulop 21 por un importe de 919.364 euros.
Dará luz verde al inicio de un nuevo expediente de contratación con la licitación del proyecto.
Así el objetivo es de que los trabajos puedan estar en marcha a lo largo de 2020.
En una nota de prensa, el Ayuntamiento ha explicado que la resolución se plantea de “mutuo acuerdo” entre las dos partes.
Y esto debido a las “dificultades que se han producido en el proceso”, especialmente sobre los plazos de inicio y desarrollo de los trabajos.
De esta forma, el acuerdo de la comisión propone la devolución de la garantía a la empresa adjudicataria de las obras, fijada en 37.990 euros.
Asimismo, la rescisión del contrato para contar con una ejecución de las obras compatible con Navidad, Semana Santa y la actividad comercial de la zona.
El acuerdo de ejecutiva establece también iniciar un nuevo expediente de licitación para que pueda publicarse en las próximas semanas.
Con esto se espera que se realice la nueva adjudicación “lo antes posible”.
Así, como máximo, las obras podrían arrancar tras la próxima Semana Santa.
Antes del inicio de las obras se mantendrá una nueva ronda de reuniones con residentes y comerciantes para planificar las distintas fases de los trabajos.
Importancia del proyecto
El delegado de Hábitat Urbano ha explicado que es “un proyecto irrenunciable para este gobierno que tenemos que acometer con todas las garantías”.
“Es una dificultad sobrevenida, pero que no va a impedir que se lleve a cabo una inversión estratégica para la movilidad y el desarrollo urbanístico del Casco Antiguo”, agrega.
El proyecto técnico plantea en primer lugar la renovación de las principales redes de servicio de agua, alcantarillado, riego y alumbrado público.
Le seguirá una reordenación y remodelación de la calle, marcada por el tráfico restringido de vehículos, con acerados más amplios y calzada más estrecha.
Con este planteamiento, se introduce una marcada senda peatonal y se generan también itinerarios accesibles para garantizar el tránsito de personas con movilidad reducida.
En los tres trayectos se traza una calzada central de 3,10 metros de anchura, flanqueada a ambos lados por sendas peatonales de dos metros.
A continuación se desarrolla otra banda de 1,40 metros en la que se situarían los árboles y que acogería los veladores.
Finalmente, entre la zona habilitada para veladores y las fachadas de los edificios quedaría una última franja de ancho variable, con carácter estrictamente peatonal.
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