Sevilla, 6 mar-.- La portavoz adjunta de Adelante Andalucía en el Parlamento andaluz, Ángela Aguilera, ha calificado de “barbarie” el trasvase de lo público a lo privado que, para remediar las listas de espera sanitarias, propone, a su juicio, el Gobierno andaluz.
“Ya ha empezado la fiesta de la privatización para agradecer a los amigotes del Gobierno los favores prestados”, ha denunciado Aguilera en conferencia de prensa, antes de calificar de “venta por fascículos de Andalucía” las medidas anunciadas ayer por el Ejecutivo andaluz para paliar las esperas sanitarias.
Aguilera ha calificado de “robo” que se vayan a añadir 15,5 millones de euros a los 419 millones de euros anuales que el anterior Gobierno socialista mantenía en conciertos sanitarios.
Las críticas de Adelante Andalucía también han estado dirigidas al anterior Gobierno de Susana Díaz, cuya “mala gestión se lo ha puesto en bandeja” al “sidecar de la ultraderecha”, como ha descrito al Gobierno andaluz y a quien lo apoya.
Las medidas anunciadas ayer “son un trasvase claro de la hacienda pública en favor de la sanidad privada” porque al Gobierno andaluz “no le preocupa ni la calidad de la sanidad pública ni las condiciones laborales de los profesionales” del sistema sanitario público, muchos de los cuales trabajan en condiciones “de ansiedad” por el exceso de tarea, según Aguilera.
“Sabíamos que iba a ocurrir, pero no tan rápido, con tanto despropósito y con tanto descaro”, ha señalado Aguilera antes de asegurar que lo que tiene que hacerse es tener los quirófanos públicos funcionando las 24 horas del día, que se abran plantas enteras de hospitales públicos que no lo están y que se amplíen las plantillas sanitarias públicas hasta alcanzar los 100.000 profesionales sanitarios.
Para Adelante Andalucía hay que invertir el 7 por ciento del PIB en políticas sanitarias, mientras que “el Gobierno tripartito va en dirección contraria para beneficiar a sus amigotes”.
Según Aguilera, el gobierno de Susana Díaz “ha vendido humo durante cuatro años” porque Andalucía es la región española que menos invierte en sanidad, por detrás de Extremadura, y la que menos camas y especialistas posee en relación a su número de habitantes. EFE
