Un empleado portuario facilitaba la infraestructura y otros, debido a sus labores, se movían con libertad por todo el recinto portuario.
Málaga, 9 Agosto.- Funcionarios de Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional han abortado el intento de abrir una vía de entrada de cocaína.
Lo iban a realizar a través del puerto de Málaga.
Estaba, hasta el momento, al margen de los circuitos más habituales utilizados por los cárteles de la droga.
En la operación Aladín se han detenido ocho personas, entre las que se encuentran cinco trabajadores del recinto portuario.
También se han realizado seis registros.
Además, se han incautado ocho kilos de cocaína que se remitieron como primer envío de prueba mediante la modalidad del ‘gancho ciego’.
El cargamento fue retirado el pasado mes de julio del interior de un contenedor registrado en el puerto de Valencia.
El envío tenía como destino final el puerto de Málaga, lugar donde la organización intentó sin éxito extraer la mercancía ilícita.
Así, han explicado que gracias a las informaciones analizadas por los investigadores se tuvo conocimiento de que una organización estaba intentando abrir una nueva vía de entrada.
Para lograrlo, habían mantenido contactos, desde finales de 2018, con significados trabajadores el Puerto de Málaga.
Estos presuntamente se habrían mostrado dispuestos a colaborar en su objetivo.
Ocho kilos de cocaína preparados
El pasado mes de junio de 2019, la Policía Nacional, de forma coordinada con la Agencia Tributaria, detectaron la partida de contenedores que pudieran transportar la cocaína.
Esta la habrían introducido en Brasil, utilizando el método del ‘gancho ciego’, con destino final al Puerto de Málaga.
De esta manera se identificó una partida de 12 contenedores que tenían su origen en el puerto brasileño de Santos.
Se encontraban en Valencia a la espera de trasladarse en otro barco hasta su destino final en Málaga.
El precinto de uno de los envíos no coincidía con el que figuraba en el conocimiento de embarque procedente del Puerto de Salvador (Brasil).
Tras su apertura se observó una bolsa de rafia en cuyo interior había ocho paquetes, envueltos en cinta adhesiva, que ocultaban un total de ocho kilos de cocaína.
Todo perfectamente estructurado
La organización estaba perfectamente estructurada para llevar a cabo todas las tareas necesarias.
Estas les permitirían abrir una nueva vía de entrada habitual de cocaína en España a través del puerto de Málaga.
Tras las investigaciones, se han podido determinar los diferentes roles jugados por los investigados.
Así se localizó al encargado de proporcionar y dar salida, a través de sus asociados en Brasil, de la cocaína que estaría en el contenedor con destino a España.
Igualmente se logró identificar a su enlace con el resto de los investigados, así como a su hombre de confianza.
Otro papel muy relevante ha desempeñado un trabajador del puerto de Málaga.
Gracias a la labor que desempeñaba, presuntamente facilitaba la infraestructura necesaria para llevar a cabo la extracción de la droga del contenedor.
Finalmente se pudo identificar también a varios trabajadores que gracias a las labores que realizan podían moverse con libertad por todo el recinto portuario.
Han subrayado las extremas medidas de seguridad empleadas por algunos investigados en cuanto a sus comunicaciones se refiere.
Al inicio y a lo largo de la investigación han utilizado sistemas de comunicación encriptados.
En el transcurso de las investigaciones se pudo determinar que uno de los implicados también se dedicaba al cultivo de marihuana.
Los investigadores establecieron un dispositivo de vigilancia en el entorno de su vivienda y observaron cómo un camión con matrícula alemana cargaba diversos enseres, antes de partir rumbo a Francia.
Ante la posibilidad de que transportase sustancia estupefaciente, y para no perjudicar la investigación sobre el tráfico de cocaína, se contactó con los agentes franceses para que interceptasen el vehículo.
El camión se registró en el peaje de Benesse Maremne, localizando en su interior 37 kilos de marihuana.