El arma había sido sustraída en 2004 a un agente de la Guardia Civil
Redacción: 19/08/2021
Un joven de 22 años que supuestamente vendía droga al menudeo ha ingresado en prisión por casi matar de cuatro disparos por la espalda a un cliente con el que discutió en el barrio de Colonia Requena de la ciudad de Alicante.
El arma había sido sustraída en 2004 a un agente de la Guardia Civil, según ha informado la Policía Nacional, que ha añadido que la víctima fue hospitalizada pero se recuperó porque el proyectil que le impactó por la espalda salió por el brazo izquierdo sin afectar ningún órgano vital.
El suceso ocurrió el pasado 27 de mayo cuando la víctima iba a comprar sustancia estupefaciente al detenido, español, y se inició una discusión verbal porque, al parecer, la cantidad de droga entregada no se correspondía con el dinero entregado.
La pelea derivó en una reyerta leve en la que intervinieron otras dos personas que realizaban labores de vigilancia y seguridad, y quienes también han sido detenidos y han quedado en libertad con cargos tras declarar ante el juez.
En ese momento, el vendedor, que cuenta con múltiples antecedentes policiales por delitos violentos contra las personas pese a su juventud, se dirigió a su coche y extrajo del interior una pistola semiautomática y disparó a la víctima hasta en cuatro ocasiones, llegando a alcanzarle en la espalda cuando éste trataba de huir.
Tras efectuar las detonaciones, se ocultó por la noche y al día siguiente salió de la ciudad con la ayuda de su clan familiar, mientras que el arma fue hallada en el cuadro de luces del edificio donde presuntamente residía.
El joven se escondió en viviendas de allegados situadas estratégicamente en las afueras de la montaña alicantina que estaban custodiadas “como si de inexpugnables fortalezas se tratara”, según la Policía.
Finalmente, se logró la captura en Granja de Rocamora-Cox, donde el buscado disfrutaba de una comida familiar, y ha entrado en prisión tras pasar a disposición judicial por los presuntos delitos de tentativa de homicidio, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a grupo criminal.
Además, los agentes investigan si el arma de fuego ha podido estar relacionada con otros hechos violentos.
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