GRANADA, 28 Marzo 2019 –
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a 16 años de prisión por un delito de asesinato a un hombre de 53 años al que un jurado popular encontró culpable tras encargar la muerte a tiros en Güevéjar (Granada) del compañero sentimental de su expareja.
Según ha informado la letrada que ejercía la acusación particular, la sentencia condenatoria le prohíbe también acercarse por cualquier medio o procedimiento durante 22 años a los hijos de la víctima, a los que deberá indemnizar en cantidades que van de los 80.000 a los 120.000 euros, de manera conjunta y solidaria con el sicario al que encargó el crimen, también condenado por asesinato a 16 años de prisión.
En este último caso, se lo condena también como autor de un delito de tenencia ilícita de armas –un año de prisión–, y por otro de daños –un año de prisión–, además de por un delito de hurto de uso de vehículo a motor, con la agravante de reincidencia, a una multa de 1.050 euros.
Este condenado ya estaba en prisión provisional por estos hechos, y la letrada de la acusación particular ha anunciado que presentará una solicitud para que el autor intelectual “ingrese en prisión dado el riesgo de fuga y la posibilidad de reiteración delictiva”.
Los hechos, ocurridos a primera hora de la mañana del 21 de agosto de 2017, tuvieron su origen en los “celos patológicos” del excompañero de la novia de la víctima, lo cual le llevó a “idear la muerte“, según la Fiscalía, que mantuvo que, en ese contexto, le propuso al otro acusado, de 42 años, “la realización material de la muerte”.
Según el fiscal, en la noche del 20 al 21 de agosto, forzaron la puerta de un vehículo estacionado en la zona norte de la capital granadina, de tal modo que el individuo de 42 años se trasladó a Güevéjar en dicho automóvil, en el que esperó a su víctima, quien “como cada mañana, debía salir para ir a trabajar al campo”.
Sobre las 7,30 horas, conforme al relato de la acusación pública, “se dirigió hacia aquel agarrándole del pecho y tirándole al suelo donde, de forma sorpresiva y sin posibilidad alguna de defensa, efectuó un total de cuatro disparos con el revólver o pistola que portaba”, que no fue localizado.
La acusación particular ha considerado insuficiente la pena de 16 años de prisión por asesinato, teniendo en cuenta que el fallecido “fue asesinado en presencia de su hijo menor de edad, que le vio morir en sus brazos, y la frialdad con la que los asesinos diseñaron su plan criminal”.
